Alboran, retrato de un mar

La  calma matinal de un rincón del mar Mediterráneo que emana sosiego y donde el único cometido es observar sin hacer nada más, simplemente mirar. Este es el elemento común en este trabajo personal: la calma.

Aquí todo transcurre despacio, pausado, ofreciendo la oportunidad de conectarte con la belleza de observar la calma. 

Un lugar en el que poder huir del estrés cotidiano de las grandes ciudades y donde disfrutar de unas verdaderas vacaciones de desconexión y descanso, alejado de estridencias. 

Donde cada pequeño detalle ordinario se convierte, bajo la calma, en único y extraordinario.