Toy Story, volver a jugar

Siempre me ha interesado la doble función de los objetos, darle una vuelta para que cobren vida y expresen algo más que el propósito para el que fueron diseñados.
Observar la frescura de un niño pequeño desatando su creatividad con el juego simbólico, me fascina. He tratado de ponerme en su lugar y volver a jugar sin ataduras, con sus mismos elementos, con sus mismas reglas… que se resumen en ninguna.

Este proyecto surge con la simple y poderosa idea de: jugar.
He “vuelto a jugar” con luces, colores, encuadres y ediciones. Empleando todo lo que tenía alrededor, sin buscar mas allá de las cuatro paredes de casa. Encontrando todo lo necesario en lo cotidiano, en lo que tenemos a nuestro alcance, y que suele pasar desapercibido a nuestra mirada de adulto.

Todos los materiales con lo que se crearon estos mundo son sencillos: cartulinas, sal, pompas, papel, agua, etc. Se emplearon distintas técnicas de fotografía y postproducción, a partir del color y la luz, para la composición de los escenarios.

Los enanitos del cuento de Blancanieves, fueron la excusa para, gracias a sus expresiones, crear escenarios que cobraban vida. Generando o simulando movimiento en la escena con el propio movimiento de algunos elementos del encuadre.
El elemento narrativo es el color; el uso de la paleta de colores cálidos y desaturados conforma la visión más personal en mis trabajos. Marrones, mostazas y naranjas se contraponen con verdes o cianes para dar armonía a los colores complementarios y romper en la escena.

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